Los republicanos han trazado objetivos claros: proteger a los empleadores de la responsabilidad legal que emana de la crisis del COVID-19. Los demócratas no han generado alternativas viables. Después de ver los detalles del plan republicano, es claro que se necesitan muchas medidas urgentes.
El fallido Estado bipartidista no puede aprobar una legislación a tiempo para evitar remates hipotecarios de familias que no pueden pagar, ni para evitar la reducción de los beneficios de desempleo. Esto será devastador para una economía que se contrajo a un ritmo récord del 32,9% en el segundo trimestre, el mayor índice desde 1947, cuando se comenzaron a mantener registros. El PIB nunca se había reducido en más del 10% en ningún trimestre desde que el gobierno comenzó a mantener registros poco después de la Segunda Guerra Mundial. Las solicitudes de beneficios de desempleo aumentaron por segunda semana consecutiva, con 1,4 millones de personas nuevas solicitando beneficios de desempleo con ayuda monetaria continua que a más de 17 millones de personas. Más de 35 millones han perdido sus empleos desde marzo. Frente a estos números similares a la era de la Gran Depresión, ni los demócratas ni los republicanos están planeando invertir suficientes fondos para reconstruir la economía.
La llamada Ley HEAL presentada por los republicanos extenderá la pandemia y profundizará el colapso económico. El Paquete de Ayuda COVID necesita ser reformulado completamente y requiere un aumento importante en sus fondos. Hay algunos temas críticos que se deben analizar:
- Garantizar las elecciones de noviembre: esta semana Trump tuiteó “¿Retrasar las elecciones hasta que las personas puedan votar de manera adecuada y segura???”. Si bien no tiene el poder de cambiar la fecha de la elección, esto aún requiere que el Congreso apruebe los fondos para la votación completa por correo, así como los fondos necesarios para la Oficina Postal. La pandemia crecerá en el otoño y la gente tendrá que votar por correo.
- Evitar que las escuelas sean propagadoras para más contagios: la propuesta republicana presiona a las escuelas para abrir, a través de aumentar los fondos federales para esa reapertura. Esto hará que las escuelas se conviertan en zonas facilitadoras para la propagación del virus entre los estudiantes, maestros, empleados, sus familias y sus comunidades. En cambio, los fondos para las escuelas deberían incrementarse para enfrentar las consecuencias y desafíos de la pandemia, ante la falta de fondos estatales y locales para los colegios, incluido el salario de los maestros. La financiación debe estar disponible para facilitar el aprendizaje online. Esto debe incluir la contratación de cientos de miles de tutores para trabajar con estudiantes de todas las edades. Con 35 millones de desempleados, especialmente los recién graduados, hay muchas personas calificadas para trabajar individualmente con los estudiantes.
- Proteger a los trabajadores y empleadores: el plan republicano busca obligar a los trabajadores a laborar en condiciones inseguras, y al mismo tiempo los deja sin ningún recurso legal contra empleadores irresponsables. Una condición básica debería ser tener un lugar de trabajo seguro tanto para los empleadores como para los empleados. Esto requiere estándares estrictos para que los lugares de trabajo puedan reabrirse, una financiación masiva de exámenes rápidos sobre el coronavirus, para que cada lugar de trabajo pueda ser tan seguro como la Casa Blanca. También una mayor financiación para OSHA para mejores inspecciones en el lugar de trabajo e investigaciones sobre seguridad inadecuada. Los empleadores que cumplan con los estándares de un lugar de trabajo seguro deben tener protección legal para demandas judiciales frívolas, pero los empleados deben tener el derecho de demandar fácilmente si los lugares de trabajo no cumplen con los estándares de seguridad.
- Detener la pandemia: Estados Unidos lleva siete meses con la presencia del virus COVID-19 que ha matado a más de 150 mil personas e infectado a 4,5 millones, con 70 mil nuevos casos cada día. El paquete de ayuda sobre el COVID-19 debe incluir una inversión masiva para hacer que los exámenes rápidos estén disponibles en todo el país. Los fondos deben estar disponibles para contratar a 500 mil asistentes en todo el país para que las personas que han estado expuestas al coronavirus puedan ser rastreadas y evitar una mayor propagación de la pandemia. Veintiocho millones de personas en los Estados Unidos no tenían seguro médico antes de COVID-19 y 5,4 millones de trabajadores perdieron su seguro con el colapso económico, dejándolos a ellos y a millones de familiares sin seguro médico. Esta es la disminución más rápida en cobertura de seguro de salud en la historia de los Estados Unidos. Medicare debe ampliarse para proporcionar exámenes y tratamiento contra el COVID-19 a todos en los Estados Unidos. El colapso económico muestra por qué la atención médica no debe estar vinculada al empleo y por qué necesitamos mejorar Medicare para todos. Las empresas y las escuelas no podrán volver a abrir de manera segura hasta que este sistema sea establecido.
- Detener la pérdida de empleos y la destrucción de empresas: Estados Unidos ha perdido más de 35 millones de empleos. La propuesta republicana aumenta esta pérdida de trabajos. Un tema principal relacionado con los empleos es la necesidad de financiar a los gobiernos estatales y locales con una inversión de mil millones de dólares. Más de 20 millones de personas trabajan para los gobiernos estatales y locales, y el Instituto de Política Económica estima que se perderán 5,3 millones de empleos si los fondos no se ponen a disposición de los estadosde inmediato. La disminución de los beneficios de desempleo deprimirá aún más una economía que ya se ha reducido a niveles récord. El Instituto de Política Económica considera que se perderán 3,4 millones de empleos al disminuir los beneficios de desempleo. Los fondos suplementarios de desempleo relacionados con el COVID-19 de $600 dólares debe permanecer. Además, se necesita financiamiento directo a las empresas para mantener a sus empleados y pagar sus alquileres, así como un aumento en el financiamiento directo de 2 mil dólares por persona para aquellos que ganan menos de 150 mil dólares al año. La moratoria para evitar los desalojos de viviendas subsidiadas por el gobierno federal debe extenderse. El gobierno federal debe cubrir los pagos de la renta y la hipoteca por toda la duración de la emergencia. Esta inversión salvará a las empresas, evitará la pérdida de viviendas y la generación de más pobreza, y permitirá el reinicio de la economía.
El plan republicano es un programa abierto de guerra de clases. Es irónico que se ofrezca una deducción fiscal del 100% para los almuerzos de negocios, al tiempo que se recortan los beneficios de desempleo y no se previenen los desalojos de las viviendas. Esto demuestra esta guerra de clases. Al no financiar a los gobiernos estatales y locales, los republicanos están desfinanciando a la policía, a los bomberos, a las escuelas, al transporte público y a otros trabajadores esenciales, además de destruir los sindicatos públicos.
La pandemia del COVID-19 y el colapso económico son una oportunidad para rehacer la economía. Requiere acción urgente y planificación a largo plazo. Hemos presentado un plan sobre el COVID-19 y la crisis económica en una serie de publicaciones desde abril. Pueden consultar material en inglés en los siguientes vínculos: El momento de la verdad es ahora es para el COVID y el alivio económica (20 de julio de 2020), Crisis de COVID-19: Es el tiempo del Partido Verde para cubrir el vacío político (21 de mayo de 2020), Hawkins/Walker llaman al Congreso a promulgar el Nuevo Acuerdo Verde en respuesta al COVID-19 (15 de mayo de 2020), y El quinto paquete de alivio de coronavirus que necesitamos (26 de abril 2020)